Análisis crítico frente a la militarización estadounidense en el marco de la APEC 2024 y las PROTESTAS INTERNAS - Perú
El Perú en manos del régimen de la Sra. Dina Boluarte, quién claramente está al servicio de los EE. UU. Podríamos inferir sus acciones y postura, por lo que es válido considerar en un análisis profundo y crítico frente a la militarización estadounidense en territorio peruano en el marco de la APEC Y LAS PROTESTAS INTERNAS, en los siguientes aspectos estratégicos y políticos:
Sabotaje y contrapeso a China. - Bajo órdenes de los EE. UU. Se realice la llegada de tropas militares con armamento de guerra más de las ya existentes, sin una real necesidad ni explicación razonable, ello declara el evidente mensaje implícito a China, desafiando su área de influencia, dado que el puerto de Chancay simboliza una posición económica y estratégica que incomoda a los intereses de Washington.
El gobierno de Boluarte persigue continuismo de los gobiernos de derecha y un alineamiento con los EE.UU., quienes buscan mantener su influencia en América Latina, y sobre todo frente al fortalecimiento y avance estratégico de China con el puerto de Chancay, con una presencia geopolítica y económica de Beijing.
2. Represión e intento de paralizar las protestas. - La presencia de tropas norteamericanas como recurso para mantener y asegurar el poder del régimen mediante apoyo externo y disuasión militar, es porque su narrativa oficial carece de transparencia y justificación objetiva.
El actuar de potencial amedrentamiento interno asumido por el régimen Boluarte, en su intento por disuadir las protestas internas en un contexto autoritario del gobierno y el descontento social, Boluarte busca reforzar su permanencia con el apoyo externo, a quien le sirve.
Esta intervención extranjera en asuntos internos, cuya narrativa (incongruente y retorica pobre) es de “seguridad y entrenamiento”, y su coincidencia con eventos internacionales y tensiones políticas locales, son preocupantes y alimentan consecuencias y reacciones de China podrá tomar frente a estas provocaciones.
Mientras Dina Boluarte busca consolidar su permanencia en el poder y alineamiento con EE.UU. mediante la militarización norteamericana en tierras peruanas, China podría tomar acción, si estas decisiones van más allá de su clásica argumentación y demás discurso; y si más bien esta se convierte en una herramienta de influencia política, conllevarían a afectar las relaciones de los involucrados, con implicancias importantes para Perú, originando una: Escalada de tensión geopolítica, que históricamente EE.UU. ha implementado, con tácticas de influencia militar y política en países productores de materias primas, con el objetivo de proteger y avanzar sus intereses estratégicos. Ello incluye la permanencia forzada de gobiernos aliados, sumando la provocación y aprovechamiento de conflictos como pretexto para una mayor intervención. De desarrollarse esta estrategia así. Esto generaría justas justificadas de China como:, la toma de medidas de políticas comerciales, aumentar la seguridad y control en proyectos estratégicos como el puerto de Chancay, frente a la necesidad de asegurar su infraestructura y que ella esté protegida de cualquier intervención o cambio de alineación política requerida por los EE.UU. en su plan de afianzar su dominio e influencia en la región especialmente países productores de materias primas como el PERÚ; todo ello afectaría los procesos económicos de esta nación en gran dimensión.
Así mismo China podría hacer uso de Intervención y despliegue de Poder, que pareciera improbable además del uso de estrategias de presión y otras acciones que afectarían al Perú, colocándolo en una posición delicada.
Sin embargo, la ventaja de comercial de China en Perú en la actualidad, es que mantiene pie firme, a pesar de la intervención y estrategia de EE.UU. Pero no se puede subestimar estas provocaciones en esta lucha de poderes.
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